Dos postres caseros para disfrutar en familia

Si usted es de los que prefiere darle un toque distintivo a la cena familiar, aquí le recomendamos dos recetas de fácil elaboración. Son postres caseros deliciosos, y además, ideales para culminar con broche de oro una comida protagonizada por unas frescas anchoas de Santoña.

Las manzanas rellenas al horno con salsa de sidra constituyen un postre casero exquisito que puede servirse tanto en postres como en los horarios fuera de comida.

Esta receta se distingue por la sencillez de sus ingredientes:

-6 manzanas

-4 cucharadas soperas de leche condensada

-50 g de crocante de almendra

-50 g de pasas sin semillas

-2 vasos de sidra

-50g de azúcar

-10g de almidón

Una vez que disponga de todos los ingredientes, el primer paso es lavar y secar las manzanas. A continuación corte en forma de tapa la parte superior de las manzanas y extraiga el corazón de cada una de ellas.

Utilice un bol para mezclar correctamente las pasas, la almendra y la leche condensada, rellene las manzanas con esta mezcla y colóqueles sus tapas.

Tome una bandeja para horno y ponga las manzanas; seguidamente, hornéelas durante treinta minutos a 180 grados con el horno precalentado.

Ha llegado entonces el momento de preparar la salsa, para ello colocamos la sidra y el azúcar a cocer a fuego lento hasta que se reduzca a la mitad, diluya la maicena en agua e incorpórela durante medio minuto hasta alcanzar una salsa a gusto.

Cuando las manzanas se hayan enfriado solo tiene que emplatarlas, rociar la salsa y si lo desea acompañarlas con helado: ¡Toda una delicia!

Si prefiere elaborar una receta más ligera y  convencional no dude en hacer este postre casero: unos churros rellenos. Aquí le enseñamos cómo hacerlos.

Reúna los ingredientes que mencionamos a continuación:

-1 taza de harina común

-1 taza de agua

-2 cucharadas y medias de azúcar

-½ cucharadita de sal

-2 cucharadas de aceite de girasol

-2 L de aceite para freír

-½ taza azúcar

-Dulce de leche para rellenar

Comience por mezclar el azúcar, el agua, la sal y el aceite en una olla, póngalo en el fuego hasta que empiece a hervir. Entonces retírelo y agregue la harina mientras bate rápidamente para que se forme una masa. 

Ponga el aceite a calentar y coloque en una manga con boquilla la masa ya elaborada. Elija el tamaño de los churros mientras los deja caer en el aceite  caliente hasta que tomen una tonalidad dorada.

Cuando los saque del aceite escúrralos sobre papel de cocina, úntelos con dulce de leche o páselos por azúcar. Y ya están listos para servir tibios.