Cuña de queso manchego curado D.O.P
¿Qué encontramos en este producto?
Un queso manchego curado de 4 a 6 meses, esto le aporta un sabor intenso al paladar.
Un gran queso con denominación de origen, excelente acompañante de aperitivos dulces y salados, su calidad y gran sabor hacen de este queso un magnifico acompañante gastronómico
¿Cómo es el queso manchego curado?
El queso curado lleva una maduración mayor que el queso semi-curado, oscila entre los 4 y los 7 meses. Tiene muy poca agua y es muy graso (el menos indicado para las personas que estén a dieta). Además su sabor es muy fuerte ya que está muy potenciado por la maduración.
Pueden llegar a ser añejados durante años, de esta manera se consiguen sabores más complejos que pueden llegar a recordar a nueces, especias o frutas. Además, los quesos curados en algunas ocasiones pueden haber experimentado procesos de salado o ahumado, añadiéndole más sabores al producto final.
Denominación de origen protegida Queso Manchego
El queso manchego es un queso de pasta prensada que se elabora con leche de oveja de la raza Manchega. Tiene una maduración mínima de 30 días para quesos de peso igual o inferior a 1.5 kg y de 60 días para el resto de formatos, y una maduración máxima de dos años.
Zona geográfica
La zona de producción debe estar situada en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca o Toledo. La zona de elaboración y maduración del queso manchego coincide con la zona de producción, Castilla La Mancha.
Receta tradicional y artesanal
Es un queso de forma cilíndrica con caras planas. Su altura máxima es de 12 cm, un diámetro máximo de 22cm y un peso hasta 4 kg.
Su corteza es dura y libre de parásitos, de color amarillo pálido o verdoso-negruzco. La pasta es firme, compacta de color blanco a marfil amarillento y puede presentar pequeños ojos desigualmente repartidos.
El sabor es ácido, fuerte y sabroso que puede ser algo picante en quesos muy curados. Gusto agradable y peculiar debido a la leche de oveja manchega.
Un maridaje diferente para cada queso
Es popularmente conocido que los quesos maridan con el vino, sobre todo si es tinto. No existe regla impositiva referente a la relación armónica entre quesos y vinos.
A la hora de degustar una tabla es importante buscar el equilibrio de un vino que armonice de manera general con la mayoría de los quesos y eso va en función también con los gustos personales.
Un queso semicurado se puede tomar con un vino blanco seco que equilibre la acidez de estos quesos, uno tinto joven o de maceración carbónica también es una buena opción. E incluso un rosado fresquito o un espumoso.
En cuanto a los quesos curados y quesos añejos, se requiere de vinos con más cuerpo que no acentúen la intensidad de estos quesos, sino que la equilibren adecuadamente. Para ello, elegir vinos blancos fermentados o con cierta crianza en barrica son una buena opción, al igual que un vino tinto crianza o reserva.
Si deseamos un vino más dulce, un rosado potente con cuerpo o un espumoso con mucha fuerza.
Ingredientes
Leche pasteurizada de oveja, sal, fermentos lacticos, cuajo y conservador (lisozima)
Elaboración | Artesanal |
Formato | Envasado al vacío |
Peso Neto | 250 grs |
Denominación de origen protegida | Queso Manchego |
Sabor | Fuerte |
Curación | Curado |
Tipo de Leche | Leche de Oveja |
Zona de Producción | Castilla La Mancha |
Exclusión de garantías y responsabilidad