Prepara el mejor café en tu propia casa. Te enseñaremos una técnica para preparar un café riquísimo en tu cocina.

1. Comprar buen café natural

Podrás encontrar una buena cantidad de variedades de café. Pero las más consumidas son dos: arábica y robusta. Te aconsejamos comprar alguna de estas. La variedad arábica de café tiene menos cafeína y además proporciona un café suave y con aromas afrutados. Las variedades robustas, en cambio, tienen más cuerpo, son un poco más amargas, contienen una mayor cantidad de cafeína y tienen un sabor más fuerte. También pueden encontrarse mezclas de ambas variedades en diferentes proporciones.

2. Comprar café en grano

Los granos de café empiezan a perder propiedades cuanto más procesados están. Por eso conviene comprar café en grano para luego molerlo en casa. Puedes hacerlo con una cafetera automática o con un molinillo, aunque es mejor si lo haces de forma manual.

3. Buscar siempre el café más fresco

Además de que conviene moler los granos al momento, también se recomienda adquirir el café lo más fresco posible, ya que resultará mucho mejor cuando menos tiempo haya transcurrido desde que ha sido cosechado, secado, transportado y tostado.

Por otra parte, nunca debemos comprar café que está expuesto al aire o a la luz, porque aunque todavía no haya sido molido los agentes externos también pueden afectar su calidad.

4. Adaptar el grado de molido

Para preparar un café en casa aún más perfecto, tenemos que prestar atención al grado de la molienda. Con esto buscamos facilitar la extracción mediante la infusión, por lo la molienda será distinta según el método de preparación. Una variación del ajuste en las cafeteras puede cambiar notablemente la calidad de la preparación.

Para hacerlo en casa, basta con saber que, cuanto más tiempo pase el café en contacto con el agua, más grueso deberá ser el grano. Así, para procedimientos de filtrado que requieren más de cinco minutos, debemos buscar una molienda gruesa, mientras que las cafeteras expreso o italianas requieren un grano más fino.

5. Prestar atención al agua

El agua es otro ingrediente fundamental para preparar un café, ya que es la base de la infusión, así que debería ser de buena calidad. No debemos usar agua caliente para acelerar el proceso. Debemos calentarla de forma gradual para no afectar al proceso natural de infusión.

Entonces, utiliza agua mineral siempre que puedas. Debe ser un agua sin olores y totalmente transparente. La temperatura debe ser constante, y en los procesos manuales es mejor echar el agua justo antes de que entre en ebullición.

6. Ajustar la proporción de agua y café

Con la cafetera italiana se recomienda llenarla de agua hasta la válvula, sin sumergirla. A mayor proporción de agua, más claro saldrá el café, con menos cuerpo y menos aroma.

La cantidad de café para cada infusión es igual de importante. Las distintas cafeteras tienen ajustes diferentes. Pero en general hay que dejar que el café caiga con naturalidad sin aplastarlo en el depósito.

7. La importancia de la taza

Los diseños clásicos de tazas resultan los mejores. Por ejemplo, tazas para cafés espresso, ristretto o café solo. En cuanto al color de la taza, mejor si es blanco, o cualquier otro color considerado neutro, ya que así no afectará a la percepción psicológica del sabor.

La porcelana es el material usado tradicionalmente en las tazas para café, porque es resistente y conserva mejor el calor. Aunque el vidrio o cristal permite ver el interior, y entonces apreciar los colores y la textura del café, su uniformidad y su crema, lo cierto es que pierde temperatura rápidamente.

8. Servir el café al momento

Un café frío es un café de mala calidad, lo mismo que un café recalentado, y eso no es lo que estamos buscando. En el momento en que el café se enfría ya no es posible apreciarlo en su punto máximo de aroma, de cuerpo y sabor.

9. Mantenimiento y la limpieza

Nunca debemos olvidar de limpiar bien todos los instrumentos que utilicemos para preparar el café en casa, desde la máquina de moler hasta cafetera y la taza. La cafetera debe limpiarse después de cada uso, como cualquier otro elemento de cocina. Caso contrario, corremos el riesgo de afectar al sabor del café.

10. Cuidado con lo que le agregar al café

Los expertos recomiendan beber el café solo, sin ninguna clase de agregados. Añadir leche, nata, licor, azúcar, miel o lo que fuese afectará sin dudas el sabor original de un buen café. Todo lo que agreguemos va a modificar el sabor del café.

11. Conservar el café correctamente

Los granos del café van perdiendo aroma a medida que pase el tiempo, así que es mejor no comprar café en exceso. Los paquetes de 250 gramos son ideales cuando no somos muchos en casa. Para conservarlo, busquemos recipientes limpios, opacos, herméticos y sin aromas. Recuerda que el calor es muy dañino, así que es importante encontrar lugares frescos y alejados de la luz solar.

Los tipos de cafeteras más utilizados

La prensa francesa o cafetera émbolo

Con la cafetera de émbolo puedes preparar tanto café como té. Tiene una superficie en forma de cilindro y de vidrio transparente. También contiene un émbolo que se desliza por la superficie y un filtro de goma o aluminio, encargado de filtrar el agua.

Para preparar café basta con moler el café y verterlo en la cafetera. Luego debe añadirse agua muy caliente y dejar reposar el café alrededor de tres minutos con la tapa puesta. Por último, debemos bajar el émbolo de forma lenta para que el café quede en la parte superior y los posos debajo del filtro. Se puede verter directamente en la taza.

El cono de goteo hario

Con este cono de goteo podemos extraer en un solo uso entre 1 y 4 tazas de café. El cono está hecho de diferentes materiales como cerámica, plástico y aluminio, entre otros. Requiere de un método sencillo de extracción y se utiliza con café molido. El cono tiene unos canales interiores diseñados para que el agua impregne todo el café. Para preparar la bebida, situamos el cono encima de una jarra o una taza, ponemos el filtro de papel y lo elaboramos.

Añadimos agua caliente para que pase por el filtro y caliente la taza. Luego volcamos el café molido en el filtro y añadimos un poco de agua para que el café libere aroma y sabor. Esperamos alrededor de medio minuto. Añadimos el resto de agua haciendo círculos para que el café se impregne de agua y se haga en su totalidad.

Cafetera italiana o moka

Cafetera hecha de aluminio o acero inoxidable. El café se prepara de una forma rápida y sencilla. Para preparar una buena taza de café con una cafetera italiana hay que llenar la parte baja de agua, llenar el filtro de aluminio de café molido con una pequeña montaña y sin aplastarlo. No prensar en exceso, ya que el café se estropeará. Poner la cafetera al fuego, a una temperatura constante, hasta que el agua comience a hervir. Pasados quince segundos, bajar la intensidad del fuego y retirar la cafetera.

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